Aunque parezca un primer consejo extraño, puede ser una cuestión de vida o muerte para tus plantas. Cuando no hay uno o varios agujeros suficientemente grandes para que el agua salga de la maceta, la tierra se humedece demasiado y las raíces de las plantas pueden pudrirse, lo que provoca su muerte.
La mala noticia es que muchas macetas que se venden no tienen suficiente drenaje. A menudo se puede aumentar el drenaje perforando, perforando o tallando agujeros más grandes. Sin embargo, a veces es más fácil comprar una maceta que sí tenga suficiente drenaje. El tamaño mínimo de un agujero de drenaje es de 1/2 pulgada de diámetro para macetas pequeñas o medianas. Para macetas de mayor tamaño, busque al menos una pulgada de diámetro.
Es un mito total que añadiendo grava, fragmentos de macetas o piedras al fondo de tu jardín de macetas, aumentarás el drenaje. Algunas personas incluso dicen que no necesitas agujeros de drenaje si pones estas cosas en el fondo de tus macetas.
A menos que seas un jardinero de macetas realmente atento, que sepa regar perfectamente, o que tengas una planta a la que le guste la tierra húmeda (y hay algunas que lo hacen), necesitas agujeros en tus macetas, preferiblemente muchos.
El sitio web Ecoactivo nos trae algunos consejos para planificar el sembrado de tus plantas en tu maceta:
1. Evalúe su luz
La gente suele sobrestimar la cantidad de sol que reciben sus macetas. Aunque se puede encontrar una gran planta para casi cualquier cantidad de luz, hay que saber cuánta luz recibirá tu contenedor antes de elegir las plantas.
Para calcular la cantidad de luz directa que recibirá tu contenedor, colócalo donde quieras y mide el tiempo que le da el sol. También puedes utilizar una calculadora de luz solar para determinar la cantidad de luz que recibirás.
2. Alimenta tus plantas
La mayoría de la tierra para macetas no tiene nutrientes accesibles para tus plantas, tienes que añadirlos. La gran mayoría de las plantas necesitarán que se les añada fertilizante a la tierra para poder prosperar. Puedes mezclar un fertilizante de liberación lenta en una mezcla para macetas. Para ello, mezcla un lote grande de tierra para macetas con fertilizante en un cubo o llena tu maceta con tierra para macetas y luego mezcla el fertilizante.
A continuación, abona cada semana o dos con un fertilizante líquido, normalmente una emulsión de pescado y una mezcla de algas. Huele fatal, pero realmente ayuda a dar a las plantas la nutrición que necesitan.
3. Haz una lista antes de ir a comprar plantas
Una de las mejores maneras de evitar el pánico a las plantas, o al menos de minimizarlo, es decidir qué quieres antes de ir al vivero y hacer una lista. Esta lista ni siquiera tiene que tener las plantas exactas, aunque si eres ambicioso, puedes entrar en Internet o mirar los catálogos de plantas y decidir exactamente lo que quieres. Intenta crear una lista al menos con el número de macetas, los tamaños y el lugar al que van a ir, para poder conseguir plantas que se ajusten a las macetas y saber si necesitas plantas para el sol o la sombra o cualquier cosa intermedia.
Si es posible, es una gran idea llevar la maceta o una foto de la misma. Los teléfonos inteligentes son ideales para esto. En la mayoría de los viveros habrá alguien que pueda ayudarte a elegir. Además, en la mayoría de los viveros, las plantas están organizadas y etiquetadas según la cantidad de sol que necesitan.
4. Plantar buenas vecinas
Cuando elijas las plantas para tu maceta, asegúrate de que se complementan bien. Esto significa que todas las plantas de una maceta deben necesitar la misma cantidad de luz y humedad. Si combinas plantas con necesidades diferentes, algunas no prosperarán. Así, por ejemplo, si tienes una planta que requiere pleno sol, querrás que todas las plantas que elijas para esa maceta también requieran pleno sol. Si tienes una planta a la que le gusta secarse entre riegos, no querrás ponerla en una maceta con plantas a las que les gusta la humedad.
Para saber qué necesita una planta, comprueba la etiqueta de la planta o, si no la hay, pregunta a un vendedor. Si todo esto falla, intenta buscarlo en Internet.
5. Leer y guardar la etiqueta de la planta
Las etiquetas de las plantas son fundamentales. Te indicarán el tamaño que alcanzará tu planta, la cantidad de luz, agua y alimento que necesita y los cuidados que precisará. La etiqueta también te dirá si tu planta es anual o perenne y, si es perenne, en qué zonas sobrevivirá.
La etiqueta también le indicará el «hábito» de su planta, es decir, su forma y cómo crecerá. Esto es importante a la hora de considerar el diseño de la maceta y cómo organizar las combinaciones de plantas. Por ejemplo, si tienes una maceta grande, puede que quieras algunas plantas con «hábitos verticales» para dar altura a tu diseño y luego algunas plantas con «hábitos de montículo» para rellenar tu diseño. Para rematar la maceta, puedes elegir plantas con «hábitos de arrastre», para que caigan sobre los lados de la maceta.