Todos tenemos un motivo diferente para aprender a tocar ese instrumento que nos hace soñar. Pero todos buscamos ese momento mágico en el que la música toma forma con el movimiento de nuestras manos. Sin embargo, aprender a tocar un instrumento lleva tiempo y requiere dedicación y compromiso… si no, todo el mundo sería músico.
Para dominar ese instrumento y tocar como un prodigio, hay que enfrentarse a la frustración, la inseguridad y la indecisión que amenazan con frustrar este objetivo. Algunos profesionales de la enseñanza musical comparten estos consejos de escuela de Musica y canto en Bilbao que sirven de base para un aprendizaje musical eficaz.
EMPIEZA DESPACIO
Ten paciencia. Intentar aumentar el ritmo de tu aprendizaje más allá de tus capacidades actuales es peligroso; puedes desarrollar malos hábitos e incluso lesiones permanentes que perjudiquen tu capacidad para tocar en el futuro. Ir demasiado rápido también se presta a cometer más errores, que son más difíciles de corregir después. Se recomienda empezar poco a poco, sin olvidar que eres un principiante. Toca tus escalas lentamente y practica con canciones sencillas hasta que te canses.
En este punto, debes superar la frustración y ser paciente: Quizás la cualidad más importante en un músico que busca perfeccionar [su habilidad] con un instrumento es la paciencia. Ten en cuenta que esta habilidad requiere tiempo y esfuerzo. Si te encuentras con una barrera, sigue adelante hasta que consigas derribarla. Elige los temas que te proponga tu profesor, pero hazle saber cuándo estás preparado para un nuevo reto.
ESTUDIAR LA TEORÍA MUSICAL
Algunos músicos autodidactas consideran que la teoría es opcional. Sin embargo, la teoría musical te permite entender conceptos de tu instrumento que, de otro modo, el estudiante medio tardaría años en comprender o dominar (Welsh, 2015). Cuando hablamos de teoría musical, solemos referirnos a la teoría musical, esta «se refiere a la lectura de la música, un método para ayudar al estudiante a aprender la entonación mientras lee una partitura».
En definitiva, aprender teoría musical te permite leer una partitura, leer y escribir música para cualquier instrumento, componer música, comunicarte con cualquier músico y hablar el mismo idioma, seguir aprendiendo y aplicando nuevos conceptos para crecer como músico. Como parte de la teoría, aprenderás el «alfabeto musical» que sirve de base y las escalas que proporcionan orden y dirección.
DIVIÉRTETE MIENTRAS APRENDES MÚSICA
Es importante trabajar las escalas, las técnicas, etc… pero haz que tus sesiones y prácticas sean divertidas. Para los ejercicios más estrictos, utiliza tus canciones favoritas y trabaja con material nuevo para que el estudio sea entretenido.
Además, desde el principio, debes aspirar a tocar la música que te gusta escuchar: «Aprender música que nos gusta nos mantiene motivados para seguir practicando». Presta atención a la música que escuchas habitualmente: Géneros, artistas, compositores, etc. Identifica también los elementos que aprecias de esa música: la voz melodiosa del cantante, los solos de guitarra, la melodía que sale del piano, etc.
Ten en cuenta que los adultos suelen tener sus preferencias musicales bien establecidas, mientras que los niños pueden necesitar explorar antes de decidirse (Jun 2019). Elegir el tipo de música adecuado es el primer paso para que las sesiones de práctica sean entretenidas.
FOMENTAR LA PRÁCTICA CONSTANTE
Asistir a tu clase de música no es suficiente. Para progresar de verdad, hay que practicar: tocar el instrumento sin más no es practicar. Debes practicar lo que has aprendido repetidamente en clase, ya sea repasando las escalas, mejorando tu técnica o haciendo ejercicios para mantener tus habilidades.
Además, como parte de la práctica, ponte metas y retos que te permitan dominar algo nuevo en un tiempo determinado. Estos objetivos harán que quieras practicar con ganas, te ayudarán a mantener una actitud productiva y te darán una sensación de satisfacción al ver que tus habilidades progresan. Estos objetivos pueden ser aprender una escala de memoria durante la práctica o dominar un tema para el fin de semana.
No olvide este paso crucial: establezca una rutina de práctica programada; programe el tiempo de práctica, busque un lugar tranquilo sin distracciones y establezca objetivos específicos y medibles (fije un tiempo concreto para alcanzarlos).
MANTENER LA MENTE ABIERTA
En la música, mantener la mente abierta abre un mundo de posibilidades tanto para escuchar como para tocar. Todos tenemos un estilo musical preferido, pero explorar otros géneros y estilos puede incluso beneficiar nuestro aprendizaje. Por ejemplo, practicar sinfonías de Bach puede entrenar el oído para identificar líneas melódicas y mejorar la destreza de los dedos al tocar varias melodías a la vez. Además, esta práctica puede hacer que tus gustos musicales sean más electivos y que tu música sea más dinámica, como aquellos músicos que tocan piezas de Bach al estilo del jazz o del metal.